El problema no es la mujer, es el pensamiento que la sociedad tiene de ella
- CARLOS CLIMENT SUSIERRA
- 19 feb 2021
- 6 Min. de lectura
Carlos Climent. Castellón.
La sociedad se ha ido construyendo con el paso del tiempo y en su desarrollo han formado parte tanto hombres como mujeres. El problema parte de que ambos no han sido tratados por igual, pues las mujeres siempre han sido valoradas y «clasificadas» dentro del ámbito estrictamente familiar y por ello eran privadas, en muchas ocasiones, de uno de los motores del pensamiento y el desarrollo desde mi punto de vista: la educación. Los países en los que poco a poco la mujer se introdujo, a través de lucha y reivindicación, en el mundo del conocimiento como medio de aspiración, información, lucha e integración, han sido los países donde la mujer ha conseguido acercarse más a la igualdad con el hombre. Pero solo ha sido eso: acercarse.
Hay países en el mundo donde la mujer aún no ha accedido a estos procesos que, en mi opinión, podemos considerar privilegiados debido a que con ellos tenemos acceso a la tan necesaria lucha de género. Pero los países que sí lo han hecho, tampoco han conseguido que la mujer consiga un rol igualitario al del hombre en ciertos aspectos. Pese a tener muchos avances en este ámbito, en España y otros muchos países europeos aún encontramos desigualdades sociales, laborales, formativas, etc. que hacen que la mujer se vea un escalón por debajo del hombre por el simple hecho de ser mujer. Un ejemplo de ello lo vemos en la dirección de los medios de comunicación españoles, donde «de los 100 medios y programas informativos más relevantes, “solo 25 eran dirigidos por mujeres”» (La Marea, 2020).
El machismo en el periodismo como profesión es «de lo más resistente», o por lo menos así lo ve Lalia González Santiago, la primera mujer en dirigir un periódico en Andalucía (Carballar, 2020). Desde el conocido como techo de cristal hasta la brecha salarial, pasando por los pensamientos retrógrados, la poca confianza en la gestión de la mujer, etc. Cristina Fallarás, directora de Diario 16, afirma: «No hay mujeres en cargos directivos en ningún sector. No los dirigen, pero tampoco forman parte de la propiedad de los medios. Sencillamente, es una costumbre. Cuando un sector se adocena, se siente más cómodo siguiendo lo habitual». Esto nos da que pensar, ¿por qué el hombre no confía en la mujer para asumir ciertas tareas?, ¿la sociedad ha evolucionado o la religión católica y la falta de interés y medidas políticas han mantenido el pensamiento de que la mujer tiene un ámbito y es inferior intelectualmente?
Podríamos decir que el problema es solo nacional y que nuestra sociedad es la que cree en este pensamiento, pero no es así, ya que a nivel internacional, la cosa no cambia mucho (Carballar, 2020). Desde mi punto de vista, el problema de la sociedad ha sido creer la cultura «impuesta» y no ver más allá, incluso algunas mujeres que seguro pensaban que estaban siendo tratadas como inferiores han pensado que lo eran y que su pensamiento de buscar la igualdad estaba «equivocado». Si las mujeres pensaban esto, el resultado era que acababan siéndolo.

Y la mujer en los medios… ¿Qué motivos impiden a la mujer dirigir o liderar un gran medio? ¿La maternidad? La tarea de cuidar un niño o una niña la lleva impuesta la mujer años. Sí, impuesta. La sociedad hizo que la mujer fuera la encargada de la casa y el cuidado familiar. La ya mencionada González Santiago narraba su experiencia: «Yo he tenido cuatro hijos y nunca he ido al ginecólogo o al pediatra en mi horario de trabajo. Y cuando ellos han dicho que iban al ginecólogo a acompañar a su mujer o a la tutoría, salían de la redacción aplaudidos, como si fueran héroes». Esto lo podemos ver también en cómo refleja el cine estos hechos ya que ¿cuántas películas hemos visto donde la mujer era la persona que acude a una reunión importante con un bebé y con mucha prisa? Casi todas. La mayoría de las que yo he visto donde era el hombre quien hacía esta función eran películas de humor, posiblemente esto diga muchas cosas. La maternidad no es un problema, el problema es que el hombre se desentiende de esta ya sea por machismo ideológico o por las políticas sociales existentes. Muchos hombres saben la teoría, pero a la hora de llevarlo a la práctica…
El gran problema es que «las redacciones están llenas de mujeres y los despachos de hombres. Esta fue mi primera impresión en los años 80. Tres décadas después, la cosa sigue igual» (Bueno, 2018). Las mujeres no buscan ocupar un espacio solo para ocuparlo, buscan visibilizar, opinar, poder optar a, etc. Ellas quieren introducir el punto de vista de la mujer. Este problema surge, en gran medida, por la consolidación de la segmentación de valores entre «masculinos» y «femeninos» establecidos e introducidos de forma personal y social. A raíz de esto aparecen, desde mi punto de vista, otros de los grandes problemas: el techo de cristal y la ‘tiranía’ de la imagen.
La tiranía de la imagen, por un lado, hace que la mujer (sobre todo en televisión pero también en otros ámbitos) tenga que seguir los cánones de belleza (no solo física, sino vocal, de carácter, etc.) y un prototipo «base». ¿Una mujer con canas no puede informar y Matías Prats sí? Casi siempre las cadenas generalistas y privadas buscan que la mujer sea, como hemos dicho, un prototipo. La imagen es un negocio y un esfuerzo. Muchas veces, además, la mujer es un reclamo. Eventos deportivos y anuncios de casas de apuestas, sobre todo, son los espacios donde las mujeres más estereotipadas están y esto, desde mi punto de vista, nace de la abundancia de hombres viendo estos espacios. Las grandes cadenas usan a la mujer para retener al hombre y este, muy frágil de él, se queda embobado a la pantalla como si no hubiese visto nada igual antes. «La presión de la imagen es general, pero ellas pierden más tiempo y vida de pantalla que ellos, los cuales pueden responder a perfiles muy variados y no ser valorados únicamente por su apariencia» (Bueno, 2018).
El techo de cristal, por otro lado, nace de la ‘leyenda’ de que la mujer no vale para ciertos puestos y, al final, de tanto decirlo, parece que se ha quedado en la sociedad como una verdad impuesta. Pero no es así. Las mujeres, lejos de la mirada de género tradicional, pueden cubrir las posiciones en las que tantos años solo han trabajado hombres y hacerlo de forma exitosa. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), «las empresas y organizaciones que cuentan con mujeres en sus puestos directivos mejoran sus resultados» (Pastor, 2019). La Vanguardia destacaba que el número de mujeres en puestos directivos en España (no solo en el sector periodístico) se sitúa en un 30 %. Desde mi punto de vista, si en las empresas (no solo los puestos de liderazgo) existiese una equiparación entre hombres y mujeres, el rendimiento y los resultados serían mejores y más plurales, pues apuntaría a visiones donde los hombres muchas veces no llegan, ya sea por tradición, desconocimiento o cualquier aspecto. Si las mujeres no tienen referentes o no ven presencia femenina en estos cargos, puede que alguna abandone su intención por no verse en ese lugar, pues directamente no ve a ninguna mujer, porque no las hay.
En conclusión, la mujer tiene que luchar más y mejor que el hombre para llegar a lo mismo. Las mujeres deben estar preparadas para ser líderes, creérselo. Hay que romper con el factor social tradicional e impulsar el cambio de tendencia. Se debe luchar por el equilibrio, no solo en el periodismo, sino en todas las profesiones y en todos los ámbitos. La mujer debe tener presencia, debe tener voz ya que «cuando no existe un equilibrio es difícil que la sonoridad de las mujeres sea percibida y por tanto pueda modificar los patrones de comportamiento tan masculinizados dentro de la industria» (Izquierdo-Castillo y Latorre-Lázaro, 2020).
BIBLIOGRAFÍA:
Bueno, P. (2018). Los techos de cristal en el periodismo. CTXT.es. 8 noviembre 2018. Disponible en: https://ctxt.es/es/20181107/Firmas/22521/Pepa-Bueno-periodismo-jornadas-
feministas-zaragoza-empoderamiento.htm Consulta: 26 diciembre 2020
Carballar, O. (2016). Directora de periódico, un cargo exótico. LaMarea.com. 11 septiembre 2016. Disponible en: https://www.lamarea.com/2016/09/11/directora-periodico-cargo-
exotico/ 20191104/471301873483/mujeres-directivas-informe-women-business-brl.html Consulta: 22 diciembre 2020
Izquierdo-Castillo, J. y Latorre-Lázaro, M. (2020). La Presencia y liderazgo de la mujer profesional en la estructura laboral del sistema comunicativo. Ponencia presentada en la Universitat Jaume I de Castellón, 27 de noviembre.
La Marea (2020). Los hombres siguen copando los puestos directivos en los medios escritos en 2020. LaMarea.com. 26 febrero 2020. Disponible en: https://www.lamarea.com/2020/
02/26/grafico-los-hombres-siguen-copando-los-puestos-directivos-en-los-medios-escritos-en-2020/ Consulta: 21 diciembre 2020
Pastor, N. (2019). Mujeres en puestos directivos: más sigue siendo insuficiente. LaVanguardia.com. 4 noviembre 2019. Disponible en: https://www.lavanguardia.com/econo
mia/20191104/471301873483/mujeres-directivas-informe-women-business-brl.html Consulta: 22 diciembre 2020




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